la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 28 de marzo de 2013

JUEVES SANTO / Por Ignacio Ruiz Quintano



Paño de la Verónica del año 2013, creado por Carmen Laffón
Es el rostro del Nazareno del Valle, Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro.
Lucirá, hoy, día de Jueves Santo
Está elaborado en blanco y negro y a carbón y es el número 35 de la colección iniciada
por Francisco Maireles, padre del hermano mayor actual de la Hermandad del Valle
Fue presentado el pasado día 15 en el septenario de la Virgen del Valle
en la iglesia de la Anunciación

"...Que ése, dice Pemán, es el Jueves Santo de Andalucía: el día del derroche de todo lo material ofrecido a lo inmaterial..."

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Cuando Ratzinger atribuyó el mérito de haber salido más o menos ilesos de la gran crisis, no a los profesores de Teología, sino al pueblo llano (“que sabe poner las cosas en su sitio”), podía referirse a esta exuberancia cristiana que impregna las calles.

Al cabo, resulta chestertonianamente irónico que la religión sea el más perfecto ejemplo (y acaso el único) de lo que los darwinistas devotos llamaban “supervivencia del más apto”.

–Lo que nos ha dejado finalmente frente a frente con la religión de nuestros padres ha sido la muerte de las otras ideas.

La religión ha vuelto, explica Chesterton, porque las diversas formas de escepticismo que intentaron ocupar su lugar y hacer su tarea se han acabado haciendo tales líos que se han convertido en totalmente ineficaces.

–La cadena de causalidad de la que tanto les gustaba hablar parece haberse comportado como la proverbial cuerda: cuando la discusión les dio suficiente soga, rápidamente la usaron para ahorcarse.

Chesterton discutió de estas cosas en los 30, pero parece que acabara de levantarse de la mesa: es la ventaja de una época, la suya, que se las vio con Bernard Shaw frente a una época, la nuestra, que ha de vérselas con Antonio Gala y su simplicidad republicana.

–¿Para qué queremos un rey? ¿Por qué ha de tener una corona de oro en su cabeza y yo solamente mi vieja gorra?

Me gusta el Jueves Santo andaluz (rosa, cera y juncia, el aire tibio y pesado de la primavera recién nacida), pero el Viernes Santo castellano.

Del capirote del penitente al frac del concejal.

–Mira Rafaé.

–Fíjate. Va vestío de don Juan Tenorio.

Y el ebanista, despreciando la ignorancia y la burla, continúa marchando, en cumplimiento de su promesa, al compás de los tambores, con sus cáligas, su rodela y su penacho de crines.

Que ése, dice Pemán, es el Jueves Santo de Andalucía: el día del derroche de todo lo material ofrecido a lo inmaterial.

Las cosas en su sitio.
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