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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 23 de agosto de 2013

UN TORO DE BANDERA / Por Por Domingo Delgado de la Cámara


"...Enfrente de “Cachero” estuvo Iván Fandiño. Fue una suerte que este toro cayera precisamente en sus manos. Este toro desbordaba al más pintado, y hay que tener el valor de Fandiño para no volver la cara y aguantar tan tremenda embestida..."

UN TORO DE BANDERA

Por Domingo Delgado de la Cámara
“Cachero”, segundo de la tarde, número 94, negro mulato y con 538 kilos ha sido un toro de bandera, de esos que salen muy de vez en cuando. Pero la corrida de Jandilla lidiada ayer en Bilbao también tuvo otro gran toro, el tercero. El resto de la corrida, muy brava toda en el caballo, o se vino abajo en la muleta, o sacó peligro y mal estilo. Quinto y sexto, fueron nobles pero vinieron muy a menos. Primero y cuarto tuvieron mucha guasa, sobre todo el primero, muy peligroso. De todas formas ese “Cachero” va a ser un toro que se recordará durante muchos años por su enorme casta y temperamento. Debían haberle dado la vuelta al ruedo. Si la presidencia no concedió tal galardón, fue porque nadie lo pidió, pero es evidente que el toro lo merecía. Muy pocas veces se ve embestir a un toro con tanta agresividad.

Enfrente de “Cachero” estuvo Iván Fandiño. Fue una suerte que este toro cayera precisamente en sus manos. Este toro desbordaba al más pintado, y hay que tener el valor de Fandiño para no volver la cara y aguantar tan tremenda embestida. Porque no estamos hablando de ese toro suave y con calidad al gusto de los toreros. Estamos hablando de una fiereza indómita muy difícil de encauzar. Dijo Belmonte: “Dios te libre de un toro bravo”. Y es cierto. Hacen falta muchos redaños para quedarse en el sitio y ligar los muletazos a una fiera como esa. Porque además, estaba sin picar. Fandiño para dar mas trascedencia a sus faenas suele dejar los toros enteros, por tanto el toro llegó a la muleta hecho un brazo de mar. La faena fue un toma y daca angustioso, con un toro que embestía con mucha fuerza y un torero que no estaba dispuesto a ceder ni un palmo de terreno. No había la lentitud de las faenas actuales, era imposible. Era una sucesión de arrancadas rápidas y muletazos por abajo para someter ese torrente de fiereza. Para hacerlo mas complicado, el toro a veces, entre pase y pase, se paraba un poquito para atacar con fuerzas redobladas. En estas condiciones es muy difícil conseguir un mismo diapasón para todos los muletazos. Con la zurda Iván no terminó de encauzar tal torbellino de agresividad, pero después, con la derecha, sí que pudo totalmente al toro. Manoletinas finales y estocada trasera tirándose derecho. Muerte espectacular y una oreja solitaria en medio de una fuerte polémica. Después volveremos con este asunto. El quinto fue mucho mas noble y mucho mas soso. Fandiño le toreó con gusto y suavidad. Fue un lástima la estocada atravesada haciendo guardia, podía haber habido premio.

Ha sido un acierto de la Junta Administrativa haber traído a Juan del Álamo para sustituir a Morante. Después de haber cortado tres orejas en Madrid, merecía la sustitución. El tercero, que se llamaba “Vinazo” fue un toro importante por su alegría, su clase y su repetición. Sin ser tan bravo como “Cachero”, tuvo mas calidad. Juan lo toreó bien, en una faena de muletazos largos y ligados. Tiene oficio y sabe torear. La faena estuvo bien construída y aprovechó cabalmente las excelencias del toro. Después de una estocada muy defectuosa por baja y tendida, la presidencia le concedió una oreja. Oreja que yo no hubiera dado con una estocada tan deficiente. Mejor hubiera sido una vuelta al ruedo, premio que está entrando en desuso y es el galardón perfecto para una buena faena no culminada con una buena estocada.

O sea que Fandiño y del Álamo fueron premiados ambos con una oreja. Y aquí estalla la polémica. Desde luego es injusto medir las dos actuaciones con el mismo rasero. Una metedura de pata más de una presidencia sin criterio a lo largo de toda la Feria. Vamos a ver, tendríamos dos opciones:

La opción Blanda: Si damos una oreja a los toreros del domingo con sus faenas pueblerinas y a Juan del Álamo con un bajonazo…a Fandiño hay que darle sin discusión dos orejas. Y a Ponce también.

La opción dura: Si consideramos que la faena de Fandiño no tuvo el mismo nivel con la zurda y la estocada estaba trasera, pues le quitamos al Juli la segunda oreja exactamente por las mismas razones. Por supuesto a los toreros del domingo y a del Álamo no les damos nada.

Es decir, hay que mantener un mismo criterio todas las tardes y no dar bandazos en función del poder del torero de turno, o las filias y fobias de la presidencia. Ya sé que es muy difícil, pero el presidente debe intentar la máxima objetividad. Yo me inclino por la opción dura. Las plazas de trofeos fáciles son intrascendentes. Además siempre es mejor una oreja unánime, que dos con reparos.

No me gustó del Álamo en el sexto. Un toro noble y soso, con algunas opciones por el pitón izquierdo. La faena fue desestructurada y con enganchones. También con algunos, pocos, muletazos buenos. En los toreros jóvenes son normales estas desigualdades. Juan del Álamo tiene muy buenas condiciones para ser un gran torero. Además, Salamanca necesita como el comer una figura. Sería una pena que se malograse.

El primero fue un toro de sentido avieso y muy peligroso. El cuarto, bravísimo en el caballo, se vino abajo en el último tercio, poniéndose complicado. Padilla se los quitó de encima. Padilla es un profesional curtido en las batallas mas duras, por ello resulta sorprendente que no sepa doblarse con un toro. Realmente ya casi nadie sabe. Como el toro de hoy suele estar vencido de antemano, no se preocupan de saber castigarlo por abajo, sólo saben dar derechazos, montañas de derechazos. También hay que saber machetear un toro por abajo, para matarlo pronto. Esto ya sólo sabe hacerlo Morante. Debían aprender los demás.

A pesar de la sustitución, hubo una gran entrada en la plaza. Me felicito por ello. Parece que la gente se va animando. La verdad es que estamos viendo la mejor Feria de Bilbao desde hace muchos años. Sería una torpeza infinita reducir la Feria, tal y como se está rumoreando. Los negocios se potencian ofreciendo lo mejor y sabiendo ofrecerlo con imaginación, no cerrando el Kiosko. Eso es dar gusto al enemigo. Pero es que en esto de los toros, si los tontos volasen, no se vería el sol.

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