la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 12 de octubre de 2017

Feliz día de la Hispanidad y de su patrona la Virgen del Pilar



La expresión Hispanidad se utiliza para denominar a las personas, países y comunidades que comparten el idioma español y poseen una cultura relacionada con España. En ella se incluyen entre 30 naciones y algo más de 472 millones de personas, en África, América, Asia, Europa y Oceanía. La idea de Hispanidad se encuentra a veces asociada a la llegada de los primeros españoles a América conducidos por Cristóbal Colón, el 12 de octubre de 1492. Esa fecha es recordada en diversas naciones hispanas, aunque con distintos nombres y significados.

Ntra. Sra. del Pilar Patrona de España y Patrona de la Hispanidad

12 de Octubre
«Día de la Hispanidad» | «Fiesta de la Hispanidad»

La Fiesta Nacional de España (denominación oficial que anteriormente a 1987 recibía en España además el nombre de Día de la Hispanidad) conmemora la efeméride histórica del Descubrimiento de América por Cristobal Colón. La celebración tiene lugar cada 12 de octubre, donde se celebra un desfile militar en la Plaza de Colón de Madrid en el que asisten Su Majestad el Rey junto a la Familia Real y cada vez menos representantes de los poderes del Estado, y cada vez menos presidentes de las autonomías españolas.


Hacia 1929 el sacerdote católico español Zacarías de Vizcarra, radicado en la Argentina, propuso, en un artículo publicado en la revista Criterio, de Buenos Aires, que «Hispanidad» debiera sustituir a «Raza» en la denominación de las celebraciones del doce de octubre (laFiesta de la Raza había sido propuesta en 1913 por Faustino Rodríguez San Pedro, desde la organización Unión Ibero-Americana).

El término hispanidad, utilizado ya por Unamuno en un artículo publicado por La Nación, de Buenos Aires, el 11 de marzo de 1910, comenzó a florecer a partir de 1926, de la mano del médico argentino Avelino Gutiérrez y de dos periodistas españoles, el socialista Luis Araquistain y el liberal Dionisio Pérez, quienes se convierten, durante los años 1926 y 1927, en principales propagadores de su uso (particularmente en medios pertenecientes a Nicolás María de Urgoiti, como El Sol y La Voz).
El 15 de diciembre de 1931, Ramiro de Maeztu, que había sido Embajador de España en la Argentina en 1928 y 1929, inició la revista Acción Española con un artículo, «La Hispanidad»,que comienza:

«'El 12 de octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad.' Con estas palabras encabezaba su extraordinario del 12 de octubre último un modesto semanario de Buenos Aires, El Eco de España. La palabra se debe a un sacerdote español y patriota que en la Argentina reside, D. Zacarías de Vizcarra. Si el concepto de Cristiandad comprende y a la vez caracteriza a todos los pueblos cristianos, ¿por qué no ha de acuñarse otra palabra, como ésta de Hispanidad, que comprenda también y caracterice a la totalidad de los pueblos hispánicos?» 

A lo largo de 1932 y 1933 Maeztu fue puliendo y popularizando en Acción Española su idea de la Hispanidad, que quedó consolidada en la primavera de 1934, cuando apareció su libro Defensa de la Hispanidad. Suele repetirse con frecuencia la especie de que fueron Vizcarra y Maeztu quienes acuñaron tal concepto, pero en todo caso lo habrían sido en su particular irisación católica, pues, aparte de lo ya dicho, en 1927 Unamuno, por ejemplo, prefiere hispanidad a españolidad; en 1931 el entonces comunista Santiago Montero Díaz, contra los separatismos, defiende al «conjunto de naciones ligadas por una comunidad de intereses y subordinadas a una denominación común de hispanidad»; o en 1937 Antonio Machado habla en su discurso de clausura del Congreso Internacional de Escritores de Valencia como «un español consciente de su hispanidad», &c. 

El 12 de octubre de 1934, en el Teatro Colón de Buenos Aires, en la velada conmemorativa del «Día de la Raza» (denominación impuesta en Argentina por el uso, pues el decreto de 1917 que convirtió el doce de octubre en fiesta nacional argentina, firmado por el presidente Irigoyen, no menciona rótulo alguno), pronunció el Arzobispo de Toledo y Primado de España, Isidro Gomá Tomás, un importante discurso, Apología de la Hispanidad, en el que la máxima autoridad de los católicos españoles, creado al año siguiente Cardenal de la Iglesia de Roma, se convertía en apologeta de la idea de la hispanidad defendida por Ramiro de Maeztu. 

1935 Se celebra el Día de la Hispanidad en la Academia Española de la Lengua
En su plenitud la segunda República Española, el 12 de octubre de 1935, mientras en Sevilla se inauguraba el XXVI Congreso Internacional de Americanistas, se celebraba en Madrid, por vez primera, el Día de la Hispanidad. A la española hora de las cinco de la tarde pronunciaba Ramiro de Maeztu un elocuente discurso, nada menos que en la Academia Española, sobre el descubrimiento y la colonización de América. Además, el primer número de la revista quincenal Hispanidad –«la revista de exaltación de España»– lleva esa fecha del 12 de octubre de 1935, y ofrece un artículo de Maeztu titulado precisamente «El día de la Hispanidad». En el segundo número de esa revista puede leerse:

«La conmemoración de la fiesta de la Hispanidad. Con gran brillantez se ha celebrado este año el día de la Hispanidad. Toda España se ha sumado a su conmemoración. Y no solamente en España. En América, ni qué decir. En cuanto al extranjero, allí donde existe un núcleo de españoles se han reunido y han brindado por la raza española.» (Hispanidad, nº 2, 1 noviembre 1935, pág. 26.)

Un año después, en octubre de 1936, Ramiro de Maeztu, prisionero de la República en la cárcel de Madrid, fue asesinado sin juicio en una de aquellas tristemente famosas sacas. Pero suDefensa de la Hispanidad volvió a publicarse en 1938, en plena guerra civil española, y sus ideas se convirtieron en uno de los principales soportes ideológicos de quienes alcanzaron la Victoria y pudieron establecer la Paz sobre quienes entonces preferían convertir España en una república bolchevique satélite de la Unión Soviética. (Zacarías de Vizcarra volvió a España en 1937 y se convirtió en uno de los principales colaboradores del Cardenal Gomá, desde la Secretaría General de la Dirección Central de la Acción Católica Española, orgánicamente dependiente del Arzobispo de Toledo.) 

No debe extrañar, por tanto, que incluso antes de alcanzarse la paz en España, en las celebraciones del doce de octubre se fuese generalizando en medios oficiales, desde muy pronto, la denominación Día de la Hispanidad o Fiesta de la Hispanidad, aunque, sobre el papel, el decreto de 1918, de Antonio Maura y Alfonso XIII, que denominaba Fiesta de la Raza a la fiesta nacional española, conmemorativa del descubrimiento de América, se mantuviera en vigor durante cuarenta años. 

El 12 de octubre de 1939, Año de la Victoria en España, tras poco más de seis meses de postguerra, la celebración oficial del día de la Raza, presidida por Francisco Franco, tuvo lugar en Zaragoza, con una especial devoción a la Virgen en el día del Pilar, pero sobre todocomo Día de la Hispanidad, símbolo de la nueva política interior y exterior que se propugnaba:

«Las fiestas de la Hispanidad han tenido en Zaragoza un escenario incomparable. (...) El significado profundo de las fiestas fue la compenetración íntima del homenaje a la Raza y la devoción de Nuestra Señora del Pilar, es decir, el símbolo de la unión cada vez más estrecha de América y España. Chile participa con fervor en el homenaje que se rinde a la Hispanidad y se enorgullece de su origen y de sus firmes tradiciones hispánicas» (Germán Vergara D., Encargado de Negocios de Chile);
«En los albores de la España Nueva, de la España Fuerte, de la España Grande, ha tenido lugar con más significación y solemnidad que nunca la Fiesta de la Raza. (...) El Ecuador, ante la significativa solemnidad de este día, no puede menos de sentirse íntima, profundamente unido a España en la ruta hacia el futuro enorme. Hacia la meta grandiosa y clara que expresa: 'Hispanidad'» (Juan F. Marcos Aguirre, Ministro Plenipotenciario del Ecuador);

«El Caudillo de España ha instituido en Zaragoza, y el día del Pilar, la fiesta de la Hispanidad. En este primer año han acudido al llamamiento las naciones hermanas de Portugal y América Hispana. Todos han hecho su primer acto de afirmación hispánica junto al Santo Pilar de Nuestra Señora. El Caudillo, en un discurso histórico, ha proclamado, a los cuatro vientos, que la Virgen Santísima del Pilar es la Patrona de la Hispanidad.» (Pedro Altabella, «El Pilar y la Hispanidad», en El Caudillo, la Hispanidad y el Pilar, número extraordinario de la revistaLetras, 1 abril 1940, pág. 209.) 

En 1943 la celebración oficial en España del Día de la Hispanidad fue objeto de especial atención, por cuanto se vinculó a la reinauguración de la Ciudad Universitaria, destruida durante la guerra: «Hoy, Día de la Hispanidad», «Con la solemne inauguración de la Ciudad Universitaria y el curso académico 1943-44, se celebra el Día de la Hispanidad», &c. 

1958 Se declara en España fiesta nacional el 12 de octubre como Día de la Hispanidad

Oficialmente el Día de la Hispanidad no alcanzó reconocimiento, en la España del franquismo, hasta 1958, cuando un decreto de la Presidencia del Gobierno, de 10 de enero de 1958, declaró el 12 de octubre fiesta nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad:

«Decreto de 10 de enero de 1958 por el que se declara el 12 de octubre fiesta nacional, bajo el nombre de «Día de la Hispanidad».
Es anhelo tradicional del pueblo español el ver anual y solemnemente conmemorado el aniversario del Descubrimiento de América.
Ninguna otra hazaña alcanza tanta grandeza, y dentro de nuestra humana dimensión no hallaremos fecha de mayor transcendencia en la historia del mundo.

Ya desde el pasado siglo, tan legítima aspiración fue recogida en acertadas iniciativas oficiales.

Así, en el Real Decreto firmado en el Monasterio de Santa María de la Rábida el doce de octubre de mil ochocientos noventa y dos, siendo Reina Regente de España doña María Cristina de Habsburgo, y Presidente del Consejo de Ministros don Antonio Cánovas del Castillo, el Estado español, al celebrar el IV Centenario del Descubrimiento, manifestaba de modo explícito su propósito de instituir como Fiesta Nacional el aniversario del día en que las carabelas de Palos de Moguer arribaron a las costas de Guanahaní, con el pendón de Castilla en la proa, y en la vela del trinquete, la Cruz.

Con los años, este sentimiento se difundió por toda la anchura de las tierras hispánicas.

Fué inolvidable privilegio de la República Argentina y de su insigne Presidente don Hipólito Irigoyen extender a todo el ámbito de la Hispanidad la celebración de la Fiesta del Descubrimiento, hasta entonces limitada a sencillos y conmovedores actos rituales, sin reconocimiento oficial.
Despierta incontenible emoción la lectura del preámbulo del Decreto del Presidente Irigoyen, que al declarar, en mil novecientos diecisiete, Fiesta Nacional el doce de octubre de cada año, consagraba «esa festividad en homenaje a España, progenitora de naciones, a las cuales ha dado, con la levadura de su sangre y con la armonía de su lengua, una herencia inmortal que debemos afirmar y mantener con jubiloso reconocimiento».
El ejemplo argentino logró una inmediata adhesión por parte de las naciones hispanoamericanas, probándose por la vía de tan fervorosa unanimidad que había en ello algo más profundo que un mero afán de ritos perecederos.

El Gobierno español, queriendo elevar a la máxima categoría legislativa la conmemoración de la gesta descubridora, y dando cumplimiento a la promesa contenida en el Decreto de doce de octubre de mil ochocientos noventa y dos, presentó a las Cortes del Reino, y éstas aprobaron, la Ley de quince de junio de mil novecientos dieciocho, que lleva la augusta sanción de Su Majestad don Alfonso XIII, y el refrendo de su Presidente del Consejo de Ministros, don Antonio Maura.
No sería justo limitar hoy la conmemoración del descubrimiento al recuerdo de un pasado incomparablemente grande y bello.

La Comunidad hispánica de naciones –que convive fraternalmente en la Península y en el Nuevo Continente con la Comunidad Luso-Brasileña– tiene el ineludible deber de interpretar la Hispanidad como un sistema de principios y de normas destinado a la mejor defensa de la civilización cristiana y al ordenamiento de la vida internacional en servicio de la paz.
De aquí el que debamos entender principalmente este aniversario como una prometedora vertiente hacia el futuro; y la Hispanidad misma como doctrina de Fe, de Amor y de Esperanza que, asegurando la libertad y la dignidad del hombre, alcanza con idéntico rigor a España y a todos los pueblos de la América Hispánica.

El Decreto de veintitrés de diciembre de mil novecientos cincuenta y siete, por el que se establece el Calendario Oficial de Fiestas, atribuye en su artículo octavo al Gobierno la facultad de declarar festivas aquellas jornadas que por muy señalados motivos lo merezcan.

Por cuanto antecede, se estima conveniente unificar las diversas disposiciones vigentes sobre la conmemoración anual del doce de octubre, y en su virtud, teniendo en cuenta la Ley de treinta y uno de diciembre de mil novecientos cuarenta y cinco y los Decretos de dieciocho de abril de mil novecientos cuarenta y siete y de veintitrés de diciembre de mil novecientos cincuenta y siete; a propuesta de los Ministros de Asuntos Exteriores y de Educación Nacional, previa la deliberación del Consejo de Ministros

DISPONGO:
Artículo primero.– 
La fecha del doce de octubre de cada año tendrá carácter permanente de Fiesta Nacional, a todos los efectos, con la denominación de «Día de la Hispanidad».

Artículo segundo.– 
Se encomienda al Instituto de Cultura Hispánica la organización de los actos que el Estado español disponga para celebrar el aniversario del Descubrimiento de América.

Artículo tercero.– 
Las Representaciones diplomaticas de España en el extranjero se asociarán a los actos conmemorativos del doce de octubre que organicen los Gobiernos y las Instituciones Culturales y Sociales, tanto en las naciones hermanas de América como en aquellos otros países en los que se exalte la significación hispánica de la gesta del Descubrimiento.
Cuando no esté prevista la adecuada conmemoración, las Representaciones diplomáticas de España cuidarán de organizar los actos que estimen necesarios para realzar tan gloriosa efemérides.

Artículo cuarto.– 
El Ministerio de Educación Nacional adoptará las medidas oportunas que aseguren la colaboración de los Centros docentes españoles en los actos conmemorativos al día de la Hispanidad.

Artículo quinto.– 
Quedan expresamente derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo que determina el presente Decreto.

Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a diez de enero de mil novecientos cincuenta y ocho.

FRANCISCO FRANCO
El Ministro Subsecretario de la Presidencia del Gobierno, Luis Carrero Blanco.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid, 8 de febrero de 1958, nº 34, págs. 203-204.)

En 1981, tras la restauración borbónica y en vigor la Constitución española de 1978, el Real Decreto 3217/1981, publicado como primera disposición del primer Boletín Oficial del Estado del año 1982, refrendó el doce de octubre como «Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad».

«Real Decreto 3217/1981, de 27 de noviembre, por el que se establecen normas para la celebración del 12 de octubre, Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad.

La singular importancia del día doce de octubre, Fiesta de la Hispanidad, en la que se conmemora el descubrimiento de América y el origen de una tradición cultural común a los pueblos de habla hispánica, aconseja dar a su celebración la máxima solemnidad y permanencia en todo el ámbito nacional.
En su virtud, a iniciativa de los Ministros de Asuntos Exteriores y de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, a propuesta del Ministro de la Presidencia y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintisiete de noviembre de mil novecientos ochenta y uno,

DISPONGO:
Artículo único.– 
Uno. El doce de octubre, fiesta nacional de España y Día de la Hispanidad, tendrá con carácter permanente consideración de fiesta laboral de ámbito nacional.

Dos. Los poderes públicos de la Nación programarán actos oficiales y populares conmemorativos de la Fiesta Nacional española y Día de la Hispanidad que, en su eventual proyección internacional, serán coordinados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Dado en Madrid a veintisiete de noviembre de mil novecientos ochenta y uno.
JUAN CARLOS R.
El Ministro de la Presidencia, Matías Rodríguez Inciarte.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid, 1 de enero de 1982, nº 1, pág. 3.)

Pero el cáncer autonómico anidado en la Constitución de 1978, en esa metástasis desbordada que anhela la descomposición de la Nación Española, se apresuró a plantear al Gobierno de España un conflicto de competencia sobre su capacidad para establecer una fiesta de ámbito nacional, y además como Día de la Hispanidad:

«Conflicto positivo de competencia número 91/82, interpuesto por el Consejo Ejecutivo de laGeneralidad de Cataluña, contra los Reales Decretos 2819 y 3217/1981, de 27 de noviembre.

El Tribunal Constitucional, por providencia de 31 de marzo actual, ha admitido a trámite el conflicto positivo de competencia interpuesto por el Consejo Ejecutivo de la Generalidad de Cataluña, y en su nombre por el Abogado don Manuel María Vicéns i Matas, en relación con los Reales Decretos 2819 y 3217/1981, de 27 de noviembre, que determinan las fiestas de ámbito nacional a efectos laborales.

Por lo que, de conformidad con lo establecido en la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, de Tribunal Constitucional, se publica para general conocimiento.
Madrid, 31 de marzo de 1982.– El Secretario de Justicia.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid, 12 de abril de 1982, nº 87, disposición 8827, pág. 9392.)


1987 Se mantiene en España fiesta nacional el 12 de octubre, sin mención a la Hispanidad

En 1987, la Ley 18/1987, aunque ratifica –frente a quienes pretendían elevar de categoría la conmemoración del 6 de diciembre, Día de la Constitución de 1978– como festividad nacional de España el día asociado al Descubrimiento, y «establece el Día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre», prescinde de la denominación Día de la Hispanidad –aunque formalmente no deroga el RD 3217/1981–, concepto desprestigiado entre los secesionistas enemigos de la lengua española y entre una progresía resentida y despistada que, en el mejor de los casos, estaba preparando las conmemoraciones del V Centenario bajo el yugo ideológico del «Encuentro entre culturas».

«Ley 18/1987, de 7 de octubre, que establece el día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre.

JUAN CARLOS I, Rey de España
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente Ley:

Exposición de motivos
La conmemoración de la Fiesta Nacional, práctica común en el mundo actual, tiene como finalidad recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la gran mayoría de los ciudadanos.

Sin menoscabo de la indiscutible complejidad que implica el pasado de una nación tan diversa como la española, ha de procurarse que el hecho histórico que se celebre represente uno de los momentos más relevantes para la convivencia política, el acervo cultural y la afirmación misma de la identidad estatal y la singularidad nacional de ese pueblo.

La normativa vigente en nuestro país a este respecto se caracteriza por una cierta confusión, al coexistir, al menos en el plano formal, distintas fechas como fiestas de carácter cívico o exclusivamente oficial.

Se hace conveniente, por lo tanto, una nueva regulación para dotar inequívocamente a una única fecha de la adecuada solemnidad.

La fecha elegida, el 12 de octubre, simboliza la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un periodo de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos.

La presente Ley trata de subrayar, a través de la decisión de los legítimos representantes del pueblo español, la especial solemnidad de la fecha.

Artículo único.– Se declara Fiesta Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre.

Disposición derogatoria
Quedan derogados los Reales Decretos 1358/1976, de 11 de junio, y 1728/1977, de 11 de julio.
Disposición final
La presente Ley entrará en vigor al día de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
Por tanto,
Mando a todos los españoles, particulares y autoridades que guarden y hagan guardan esta Ley.

Palacio de la Zarzuela, Madrid a 7 de octubre de 1987.
JUAN CARLOS R.
El Presidente del Gobierno, Felipe González Márquez.» (Boletín Oficial del Estado, jueves 8 de octubre de 1987, nº 241, disposición 22831, pág. 30149.)

Bien entrado el siglo XXI la ciudadanía y los medios de comunicación, en España y en las repúblicas americanas que hablan español, incluyendo los Estados Unidos del Norte de América, vienen denominando a la festividad del 12 de Octubre como Día de la Hispanidad,pues sin duda lo es, al margen de lo que prescriban determinadas disposiciones legales coyunturales, más o menos vergonzantes o acomplejadas, y sometidas siempre a los dictados de la Leyenda negra..


Sobre el «Día de la Hispanidad» en el Proyecto filosofía en español:
1934 Apología de la Hispanidad, Isidro Gomá y Tomás (Teatro Colón, Buenos Aires)
1976 Día de la Hispanidad (El Litoral, Santa Fe)

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