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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 10 de octubre de 2017

Nacionalismo irracional / por Rafael Comino Delgado



“Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero”. 
Charles de Gaulle


Nacionalismo irracional 

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
No es exactamente lo mismo nacionalismo que patriotismo. Charles de Gaulle establecía la siguiente diferencia entre ambos conceptos: “Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero”. 

Según George Orwell, el nacionalismo es "el sentimiento de que la patria propia es superior las otras en todos los aspectos, mientras que el patriotismo no es más que un sentimiento de admiración por la forma de vida de una nación". El patriotismo, en cambio, acepta otras patrias (naciones), y reconoce sus cualidades, sus virtudes, mientras que el nacionalismo considera que su nación es superior a las demás, a las que desprecia e incluso odia. Esta definición le llevó a decir que, "el nacionalismo es el peor enemigo de la paz”. 

El pastor protestante alemán Dietrich Bonhoeffer opinaba que, "El nacionalismo acaba siempre desembocando en guerra".

Pio Baroja consideraba el nacionalismo como "enfermedad que se cura viajando". 

Habrá quien no esté de acuerdo con las opiniones expuestas sobre de nacionalismo y patriotismo. Nosotros creemos que son bastante correctas y muy próximas a la realidad, y desde luego pueden aplicarse plenamente al nacionalismo catalán, que tantos quebraderos de cabeza ha dado y está dando a España y los españoles.

Remontándonos en la Historia, los nacionalistas catalanes siempre han causado problemas a España, prueba de ello es la frase que dejo Francisco de Quevedo, "En tanto en Cataluña quedase un catalán, y piedras en los campos desiertos, hemos de tener enemigos y guerra" . Pero limitándonos a la Historia más reciente, el nacionalismo catalán es invención de finales del siglo XIX, y desde entonces ha provocado muchos sufrimientos a la nación española. 

El primer partido político catalán independentista fue el "Stat Catalá", que se creó en 1922 por Francisco Maciá. Dicho partido hizo algún intento de independizarse pero fracasó. En 1934 la izquierda española, principalmente el PSOE, apoyado por ERC, intentaron dar un golpe de Estado a la República. En aquella situación Luis Companys, presidente de la Generalidad, proclamó el Estado catalán dentro del República federal española. También quedo en nada.

Actualmente el nacionalismo, originado en la burguesía, se ha aliado con la izquierda más radical (ERC, Podemos, la CUP), más montaraz, lo cual demuestra su ausencia total de racionalidad y de cualquier principio de ética, ya que en realidad lo que de verdad le interesa es el poder para seguir afanando, que es lo que han hecho desde que se creó la España de las autonomías.

Incluso ahora, después de más de 40 años educando a los niños en el odio España y a los españoles, ni llegan al 50% los independentistas, lo que pasa es que a ellos se añade toda la izquierda radical, que se suma a todo lo que sea ir contra España y el orden civilizado. Solo saben que odian a España y hay que procurar romperla sea como sea. Por otra parte, a toda esta turba izquierdista radical se la maneja fácilmente por ser gente muy primitiva mentalmente, muy emocional, con lo que resulta fácil sacarla a la calle y hacer ruido. En general es gente mala para trabajar, poco inteligente que, como dice Salvador Sostres, " su paradigma es robar al prójimo en lugar de ponerse a trabajar", y yo digo que, "la ilusión de un comunista es vivir a costa de los demás".

Nos podríamos preguntar y, ¿por qué tanto odio a España? Creo que la respuesta la podemos encontrar en la reflexión de George Orwell: "Cuanto más se desvía una sociedad de la verdad, más odiará a aquellos que la proclaman" . 

Tanto los separatistas como la izquierda radical se han desviado de la verdad 180 grados, es decir, van en sentido contrario y se estrellaran, pero las consecuencias las pagaremos todos.

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