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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 15 de febrero de 2018

La verdadera Superioridad / por Rafael Comino Delgado



A pesar  de ello todavía hay mucha gente que se considera superior a los demás. Por ejemplo,  "el supremacismo"  que  venimos observando desde hace tiempo en Cataluña con respecto al resto de España. Algunos catalanes destacados, en más de una ocasión, han manifestado que se sienten  superiores a los españoles de otras regiones. También hay, todavía, quien considera a la raza negra inferior a la blanca. ¡Lamentable!


La verdadera Superioridad

Rafael Comino Delgado 
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Todos los seres humanos procedemos de  Adán y Eva, o tal vez del mono, si algunos lo prefieren (en tal caso la pregunta sería, ¿de quién procede el mono?), pero da igual, todos, sea la piel del color que sea, sean los ojos más o menos rasgados, sean  más altos o más bajos,  todos tenemos un cariotipo 46XY los hombres, y 46XX las mujeres. Luego unos tendrán  más desarrolladas determinadas capacidades y otros tendrán  otras diferentes.  Si bien todos somos iguales ante la ley divina, y deberíamos de serlo ante la humana, pero eso ya es otro cantar.

Es verdad  que  hay quien puede tener más inteligencia  que la media, ser más fuerte  físicamente que la media,  o tener especial habilidad para algo, como puede ser la música, la pintura, las matemáticas, un deporte, etc. Pero es posible, incluso seguro,  que quien tenga  gran capacidad para algo pueda tener deficiencias importantes para otra cosa. Así pues, valorados en conjunto  todos somos seres dignos por el solo hecho de ser humanos. 
A pesar  de ello todavía hay mucha gente que se considera superior a los demás. Por ejemplo,  "el supremacismo"  que  venimos observando desde hace tiempo en Cataluña con respecto al resto de España. Algunos catalanes destacados, en más de una ocasión, han manifestado que se sienten  superiores a los españoles de otras regiones. También hay, todavía, quien considera a la raza negra inferior a la blanca. ¡Lamentable!

No obstante  hay, a nuestro modo de ver, algunos signos indicativos de verdadera superioridad sobre los demás, y  a este respecto Ludwig van Beethoven dijo, "el único símbolo de superioridad que conozco es la bondad".
Efectivamente, la bondad es un signo de superioridad sobre los demás, porque aunque para el  polímata Jacques Rousseau ( suizo francófono; escritor, filósofo, botánico, pedagogo, etc., 1712-1778) "el ser humano es bueno por naturaleza", en la practica la bondad real escasea, prueba de   ello es que cuando encontramos una persona verdaderamente buena, nos llama la atención, por lo inhabitual.

A nuestro modo de ver y entender la vida,  hay tres signos, cualidades o virtudes característicos de verdadera  superioridad moral sobre la mayoría  de los mortales: a)Bondad de  espíritu; b)Lealtad de corazón; c)Humildad de alma.

a)BONDAD 
La bondad es la cualidad de bueno, de ser bueno, o ser buena persona. Tiene inclinación natural a hacer el bien  siempre y sin pedir nada  a cambio, simplemente lo hace porque es bueno, porque tiene buen corazón, porque es su condición. Es bondadoso. Como antes señalamos, fue  destacada por  Beethoven, y creemos que cualquier persona normal se da cuenta de que la bondad es cualidad que engrandece a quien la posee por naturaleza.
Según Sócrates la esencia de la  Bondad está en la sabiduría, el sabio es bueno en esencia y practica la Bondad como manifestación de su  espíritu. Para Aristóteles, discípulo de Sócrates, todos los seres humanos tienen la capacidad de ser buenos, pero han de desarrollarla, y ello se hará o no  dependiendo  de las circunstancias. Tanta  importancia concedía Aristóteles a la Bondad que llegó a decir: " Un estado está mejor  gobernado por un hombre bueno que por una buna ley"

En la historia hay muchas personas que encarnaron la Bondad  en sumo grado, como la madre Teresa de Calcuta (Santa  Teresa de Calcuta),  Mahatma Gandhi, Dalái Lama, San Francisco de Asís, Juan Pablo II, etc.
Pero también hay infinidad de personas muy buenas que pasan por la vida haciendo el bien, derramando Bondad  y sin embargo no lograron notoriedad, pero  los que les conocen, o conocieron,  saben muy bien cuan bondadosos fueron. 

b)LEALTAD
No es fácil definir exactamente lo que se entiende por Lealtad. Entre los filósofos hay gran debate sobre este concepto, ya que se puede ser leal  a personas, a grupos,  a  ideales o a si mimo, entendiendo por  tal a una palabra dada, a un compromiso; sería,  pues,  atender a un compromiso, ser una persona de palabra, de honor. Según Josiah Royce (filósofo americano, 1855-1916), "lealtad es la devoción consciente y práctica y amplia de una persona a una causa". Nosotros la entendemos, en el contexto que venimos exponiendo, como honor, no fallar nunca a quien no se debe fallar, por razones de gratitud, de compromiso adquirido, de necesidad, de amistad, etc.  El escritor y filósofo americano (1856-1915) Elbert Hubbard  pensaba que,  "una onza de lealtad vale más que una libra de inteligencia". Nosotros consideramos que la Lealtad es una cualidad  fundamental en la vida de un hombre, para poder llamarle integro,  cabal, y sin duda es indicativa de superioridad moral, con respecto a quien no es leal.

c)HUMILDAD
Aunque la palabra Humildad tiene varias acepciones,  nos vamos a referir a   una cualidad o virtud  mediante la cual  la  persona  reconoce ser  "un ser" pequeño, muy limitado,  insignificante frente a la grandeza de Dios creador, a la trascendencia  de la  existencia de Dios y de la humanidad. Consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades, admitirlas  y actuar de acuerdo a tal conocimiento. 

En Religión  Humildad,  generalmente,  indica el reconocer la superioridad de un Dios Creador y como para Dios todos somos iguales por eso debemos ser humildes.  Nadie es superior a los demás, y el poseer  más virtudes que otro no tiene merito alguno, ya que todo lo que tengamos nos ha sido dado.
Una persona humilde ha de ser modesta sin falsedad, y vivir en esa modestia realmente. Sabe que no es mejor que los demás, aunque no debemos confundir la  humildad con la humillación que acepta perder la dignidad. Ser siempre humilde pero no dejarse humillar.

Es decir,  saber  conocer, comprender y aceptar que incluso el hombre más famoso,  poderoso, rico, más inteligente, más sabio, tiene unas capacidades enormemente limitadas. Puede tener grandes capacidades en algunos aspectos pero no en otros, por lo que  considerarse superior es indicativo de soberbia y de poseer poca sabiduría. Albert Einstein  pensaba que, "todos somos ignorantes, lo que pasa es que no todos ignoramos las mismas cosas". Al respecto del tema que nos ocupa, nosotros pensamos que, "todos tenemos deficiencias lo que pasa es que no todos tenemos las mismas deficiencias".

En cualquier caso, como ya dijimos,  cuantas capacidades, cuanta inteligencia y habilidades tengamos, nos han sido dadas, nosotros tenemos muy poco mérito en ello. Si no queremos aceptar a un ser  Superior, Creador, es decir, Dios, pues tendremos que aceptar  que dichas capacidades nos  fueron dadas por la Genética y por las circunstancias,  que tampoco escogimos. 
El humilde sabrá valorar y reconocer  las virtudes de los demás y siempre querrá ser mejor en todo, no para competir  con nadie sino para ser mejor en la vida  y poder ser de mayor utilidad a  sus semejantes, para poder servir mejor a la sociedad a la que pertenece y naturalmente a Dios, si es creyente.

Tan importante es ser humilde que el propio Miguel de Cervantes, en el Coloquio de Perros,  dice, "La humildad es la base y fundamento  de todas las virtudes, y que sin ella no hay alguna que lo sea". Así mismo afirma que, "La humildad enaltece a las demás virtudes y las hace brillar más".

Pues bien,  para nosotros, la persona que posea estas tres cualidades, sin duda es un   ser verdaderamente  superior a la mayoría  de los mortales, por muchas riquezas materiales, poder y fama que acumulen, aunque con toda seguridad dicha persona no se considerará superior.

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